La forma de alimentación consecuencia del modelo de producción intensiva tiende a uniformizar las formas de consumo, no aprovecha adecuadamente y con coherencia los propios productos locales y plantea problemas de salud cada vez más preocupantes para la población.

¿Sabes lo que comes? es una propuesta que trata de trabajar la información y sensibilización en las zonas rurales de la importancia del consumo responsable y de proximidad.

Tal como hoy en día está diseñado la economía global hace que tenga grandes efectos medioambientales y sociales. La alimentación no queda atrás, siendo uno de los motivos que más preocupan a nivel local y rural ya que conlleva:

  • Pérdida de biodiversidad agrícola y ganadera.
  • Pérdida de soberanía en toda la cadena alimentaria (productores, transformadores, distribuidores, consumidores).
  • Uso insostenible de los recursos naturales (agua, suelo, ecosistema).
  • Excesivo consumo energético, acrecentando la problemática del cambio climático.
  • Necesidad de grandes extensiones de explotación para abastecer las grandes superficies deteriorando seriamente los ecosistemas y agotando los recursos naturales.
  • Gran desperdicio de comida, que parte surge de tener que mantener las estanterías de los grandes distribuidores llenas de comida para que llame más al consumo.
  • Pérdida de empleo y población local de las zonas rurales.
  • Pérdida de calidad.
  • Alimentos contaminados con productos químicos.
  • Desaparición del comercio de cercanía.
  • Explotación laboral incluida la infantil en los lugares de producción.
  • Pobreza, hambruna e inmigrantes masivas.
  • Producción de residuos tóxicos que afectan a la atmósfera, al suelo, a las aguas (superficiales y subterráneas), a la biodiversidad ya la salud humana.

Nuestra forma de alimentación, consecuencia del modelo global de producción intensiva, conlleva ciertas repercusiones en nuestra salud al no ser alimentos con calidad nutricional. Además, causa problemas medioambientales y desplaza a los productos locales de calidad, entre otras cosas. Compartiremos nuestras preocupaciones sobre el tipo de alimento que adquirimos más fácil y económicamente, sobre el sistema que lo produce, y cómo poder mejorar la calidad de nuestra alimentación. Apoyando así, el desarrollo económico de nuestro territorio y a las zonas rurales, a la conservación de los recursos naturales, y algo que también se debe de ser muy tenido en cuenta, las consecuencias sociales en las zonas donde se producen los alimentos de este sistema globalizado. La alimentación, algo tan importante para la salud, para un territorio, y para un país, debería ser tema de más interés para todos y todas.

La información que se comparte a través de este taller, está enmarcada en dinámicas participativas pensadas como  pequeñas estrategias que facilitarán la situación experimental de los asistentes y que favorezcan a la participación, además de compartir inquietudes y reflexiones que ayudarán a tomar una visión más amplia sobre el mundo que nos rodea y en concreto a lo relacionado a los alimentos que consumimos cada día. Así, se pretende sensibilizar y crear una perspectiva socio-afectiva como parte de la implicación personal y colectiva. Fomentar un consumo responsable y con conciencia crítica aportando herramientas que nos faciliten el cambio que nos proporciona mayor bienestar, será el objeto principal de esta actividad.