El año 2011, ha sido pronunciado Año Internacional de los Bosques, por su importancia y gran papel que desempeñan. La necesidad de crear futuros ciudadanos con valores y actitudes de conservación hacia el bosque y su biodiversidad se hace imprescindible en medio de la “crisis ambiental” en la que nos encontramos.

El árbol, el arbusto, el pájaro, el insecto, la hierba, el mamífero, etc. cada componente del bosque, tanto biótico como abiótico, tiene un papel importante que podemos extrapolar a las pequeñas representaciones que existen en la población, como intento de mantener el contacto con la vegetación y la fauna que en ella encuentra alimento y cobijo.

Si conocemos y valoramos lo que el bosque hace por el ser humano, sabremos conservarlo. Son los futuros adultos los que querrán poder disfrutarlos y poder contar los con recursos que nos proporciona y con el papel que desempeña dentro de la interrelación entre los componentes de la biosfera, hidrosfera y atmósfera.

Esta iniciativa, se enmarca en las actuales tendencia incluidas en las estrategias de desarrollo sostenible que vienen proponiendo tanto las Organización de las Naciones Unidas y la Unión Europea como España. Además el propio Plan Forestal Español, señala el hecho de que los montes sean unidades productoras de materias primas y servicios indispensables para el desarrollo de nuestra sociedad no parece representar en sí un valor intrínseco que la sociedad aprecie”, y recoge la necesidad de impartir en el aula este tipo de contenidos: "incidir sobre la población escolar con conocimientos, códigos de conducta y propuestas que favorezcan un mejor conocimiento del sector forestal y (...) facilitar la creación de materiales educativos y didácticos como apoyo a la formación y para el desarrollo de actuaciones en el aula o fuera de ella", así lo recoge en su capítulo dedicado a “lo Forestal en la Educación Ambiental”.